12/12/12

En cinco o diez minutos no puede enseñarse derecho a un jurado

En 5 minutos no se puede aprender a ser juez

Naturalmente, en cuanto a la reconstrucción de hechos pasados un juez puede  razonar de la misma manera que cualquier ciudadano. Pero los hechos relevantes sólo se pueden distinguir si se tiene los conocimientos necesarios. ¿Cómo determina un jurado si hay o no legítima defensa, si no sabe qué es la legítima defensa? ¿Cómo sabe un jurado que hay un error si no sabe qué es un error? ¿Cómo analiza un jurado si el acusado es o no inimputable, si no sabe qué es la inimputabilidad?

La ciencia penal ha analizado por siglos los requisitos necesarios para catalogar a cada conducta en consonancia con el orden jurídico-penal. La legítima defensa no se abastece con la mera existencia de una defensa. Y el concepto de "defensa" no es sencillo de aplicar ni siquiera para los penalistas más brillantes. La imputabilidad de una persona no la determina un coeficiente intelectual y su estudio ocupa miles de páginas de ciencia psiquiátrica, neurólógica y penal.

Todas estas nociones examinadas por la ciencia requieren del conocimiento de sutiles distingos, que se adquieren con mucho esfuerzo y con mucho tiempo. No se aprende fácilmente el derecho penal. En cinco o diez minutos el juez técnico no puede enseñar al jurado las complejidades del derecho penal. Eso es imposible.

Mientras que la tendencia debería inclinarse por exigir más conocimientos a los jueces, incorporando herramientas científicas para la valoración de la prueba, la propuesta es la exactamente la inversa: procurar la mayor inexperiencia posible a la hora de juzgar (labor que queda en manos de un jurado inidóneo para juzgar).

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